El pasado lunes, 14 de mayo, la Cofradía del Santo Cristo de la Bienaventuranza organizaba una nueva sesión –la sexta– de su plan de formación cofrade “Sin perder el paso” 2017/2018.
La jornada, que llevaba por título “Las bienaventuranzas, caminos de felicidad”, fue dirigida por el sacerdote leonés José-Román Flecha Andrés, profesor emérito de la Universidad Pontificia de Salamanca, que profundizó en su significado en el mundo actual.
En palabras de Flecha, las bienaventuranzas son algo así como como un “antídoto” contra todo lo que molesta en la sociedad; una revelación de lo que, en el fondo, el ser humano quiere ser, al margen de cualquier religión. Pero, al mismo tiempo, constituyen también un “retrato robot” de Cristo.
Las bienaventuranzas –concluyó– han de ser, en definitiva, la ‘brújula’ en el mundo actual, pues vivimos en una sociedad que es muy técnica, pero muy poco ética.